miércoles, 10 de abril de 2013

IMPORTANCIA DE LA REDACCION EN LA EMPRESA


En una empresa o institución, la redacción como proceso de comunicación es tomada siempre como una fortaleza, como un rasgo positivo, al mismo nivel de valoración que un promedio académico, experiencia laboral, etc., ya que es sinónimo de forma de vincularse con empleadores o clientes. Es un acto psicológico, social, creativo.
La habilidad para redactar no se aprende por “ósmosis”, ni es correcto suponerla como una destreza que viene de familia, ni tampoco nadie escribe lo suficiente como para aprender a redactar por tanteo y error, si bien la agiliza. Si vamos hacia el terreno de las idealizaciones, la redacción como herramienta del “éxito” laboral debería enseñarse a través de una enseñanza formal. Reglas ortográficas, uso de sinónimos y antónimos, estilo, creatividad (para atraer al lector) deberían enseñarse para nuestra práctica profesional.

La redacción no es solo un mecanismo de transmisión de información técnica, científica o comercial; trae siempre consigo un pensamiento, ayuda también a desarrollarlo, y que, como decía el filósofo, es parte del conocimiento científico.  

En la redacción de una empresa es importante mejorar la calidad del texto.  Actualmente, la mayor parte de la comunicación en las empresas se realiza por escrito. Escribir forma parte de las actividades que debemos realizar sin importar cuál sea el cargo o la jerarquía que ocupemos dentro de una organización. Gracias a las nuevas tecnologías, muchas relaciones comerciales se establecen casi exclusivamente a través de la comunicación escrita. En este contexto, es imprescindible que los mensajes sean correctos y eficaces.

Los problemas

Lo cierto es que no todas las personas se encuentran preparadas para escribir. Con frecuencia, la redacción de textos desalienta a personas que tienen muy buenas competencias para comunicarse verbalmente. Pero cuando escriben, sienten que no encuentran el estilo apropiado, o la manera de armar frases que expresen exactamente el mensaje que desean transmitir. Escribir mal tiene consecuencias: genera mensajes confusos, pérdida de tiempo y malos resultados comerciales. Además, influye negativamente en la imagen del autor y de la empresa. Los textos que producimos nos representan, y pueden contribuir a jerarquizar nuestras tareas o, por el contrario, a su deslucimiento.
¿Se puede aprender a escribir bien?

Sí. La capacidad de transmitir las ideas por escrito con claridad no es un don; se aprende mediante técnicas y procedimientos, y se afirma mediante el entrenamiento y la práctica supervisada.

 
 

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